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Con la llegada del invierno, los altos puertos de montaña vuelven a cubrirse de nieve y da comienzo la temporada de los deportes de esta estación. Los esquiadores, snowboarders y otros practicantes de estas actividades invernales llenan las pistas de esquí, llegando a colgar en muchos los carteles de “completo».

Esta cantidad de gente hace que la gestión en términos de seguridad y mantenimiento de estos establecimientos, se complique. Aunque las empresas encargadas de estos espacios programen patrullas regulares de vigilancia, la dificultad de tener todo bajo control en las estaciones que abarcan un perímetro más amplio, es mucho más alta. 

Una vez más, los drones han sido la solución más eficaz para resolver de forma segura e inmediata todo tipo de operaciones de reconocimiento y observación que puedan surgir en las pistas de esquí. ¿Quieres saber cómo se emplean? Te contamos las tres principales funciones de los drones para mantener las pistas a punto, a continuación.

1. Estudio previo del terreno

Antes de que comience la temporada, se debe rastrear y reubicar la vegetación que ha crecido durante el resto del año, además de revisar los remontes, el sistema anti avalanchas, los puntos de drenaje y posibles movimientos de tierra que se pudieran producir el resto del año. La planificación y adecuación de las pistas, también debe de hacerse pensando en reducir el impacto medioambiental y garantizar que todo el espacio sea accesible y seguro. 

No es fácil de hacer de forma tradicional. Los trabajos topográficos se alargan y suponen un conjunto de desafíos para los trabajadores, entre los que se incluye un clima impredecible y un tiempo prolongado de estudio y adecuación del terreno. Por suerte, el mapeo de estas zonas para planificar eficazmente su reacondicionamiento, ya se realiza con levantamientos topográficos, empleando la combinación de UAS y softwares con IA para la interpretación y representación de datos . Gracias a esta tecnología, los encargados de gestionar estas tareas pueden obtener imágenes ortomosaicas de todo el puerto de montaña para gestionar las mediciones necesarias.

Otro de sus objetivos de cara a las competiciones de invierno, es virtualizar el área de esquí donde se llevarán a cabo las competiciones. De esta manera, tanto los organizadores como los participantes tendrán un acceso temprano a las rutas y obstáculos en 3D para planificar virtualmente las rutas y los diferentes obstáculos y saltos en la montaña.

Mapeo de una montaña empleando drones equipados con software con IA para la interpretación y representación de datos

2. Reconocimiento de seguridad

Con las primeras nevadas comienza la puesta a punto de los puertos de montaña. Las patrullas de esquí se ponen en marcha y comienzan a revisar salidas de pista, puntos sensibles o posibles lugares donde se pueda producir una avalancha. Además del tiempo que se pierde recorriendo de arriba abajo toda el área, muchas de estas zonas son peligrosas para los equipos de reconocimiento, y la posibilidad de enviar un dron de avanzadilla reduce no solo el tiempo, sino el riesgo de accidentes. 

Los drones no vienen a sustituir a las patrullas, sino a incorporarse como un complemento más de trabajo y velar por su seguridad. Asistidas por un dron, pueden trabajar incluso durante la noche o con niebla para tener listas las pistas antes de que la estación abra por la mañana. 

Gracias a la perspectiva y la versatilidad que nos aporta un dron, los empleados de los puertos de montaña podrán extraer datos concretos y digitalizados de:

  • Áreas que necesitan reparación
  • Colocación y reparación de balizas y vallas
  • Zonas con poco volumen de nieve
  • Obstáculos a retirar

Es importante aclarar que, las aplicaciones en materia de seguridad no se aplican sólo a los momentos previos de la apertura. Todas estas medidas se producen también de forma regular en el horario de servicio de la pista, añadiendo, entre otras acciones, el control de aforo y vigilancia en previsión de posibles accidentes o deportistas extraviados. Esa utilidad cobra más valor en las zonas fuera de pista. ya que la nieve virgen atrae a los esquiadores expertos a estas áreas, mucho más vulnerables a sufrir desprendimientos o avalanchas.

Snowcat cubierto de nieve en espera de la patrulla de esqui revisando las pistas

3. Inspección de infraestructuras

Las estaciones de esquí son instalaciones más complejas de lo que pensamos. Su funcionamiento depende de una combinación armónica entre vehículos y equipos humanos de vigilancia, máquinas de nieve artificial, remontes e infraestructuras de comunicaciones y seguridad. Al igual que la supervisión del terreno, monitorizar y controlar el buen funcionamiento de todos estos elementos lleva su tiempo y sus riesgos. La altitud, el desnivel e inestabilidad de la superficie ponen a prueba a los equipos de mantenimiento. 

De nuevo, la incorporación de los RPAS aparece para complementar estas tareas. Los UAS equipados con cámaras de alta definición y capacidades de imágenes térmicas inspeccionan de forma segura estructuras completas en menos de la mitad del tiempo que se tarda en hacerlo manualmente. En concreto, hay dos de ellas que por su uso continuado, su dificultad de acceso y su extrema importancia en materia de prevención de riesgos, son susceptibles a una revisión rutinaria con estas aeronaves.

Los telesillas

Un imprescindible. A lo largo de la temporada de esquí, los telesillas son de uso intensivo. Como es natural, todos sus componentes; cables, resortes, poleas y torres, están expuestos a las durísimas condiciones climatológicas y mucho desgaste. Dar servicio a estas estructuras es muy exigente, y a veces lleva días, o semanas revisarlos al cien por cien.

Los UAS han facilitado la detección de posibles problemas internos en los engranajes y en los resortes que antes se pasaban por alto a simple vista. A esto hay que añadirle la identificación de problemas en la mitad de tiempo y la reducción de reparaciones costosas y posibles accidentes que recaigan en los usuarios, ya sea en daños humanos o materiales, como la paralización de este sistema de subida, que obligaría a cerrar las pistas.

Los gazex

Este sistema de control de avalanchas es uno de los dispositivos más importantes dentro de las instalaciones de una pista de esquí. Si las patrullas determinan que hay peligro de un desprendimiento inminente, se acciona una explosión de gas por estos tubos adelantando el suceso de forma controlada.

Estas estructuras se construyen en la parte superior de las laderas, picos o pendientes y muchas de ellas no son accesibles a pie. Para reducir costes operativos, comienzan a emplearse drones con zooms de largo alcance y cámaras térmicas que eviten los desplazamientos en helicóptero si no se requiere ninguna reparación.

El sector de los drones se está expandiendo debido a la proliferación, cada vez mayor, de nuevas aplicaciones civiles. Este mercado laboral emergente ha llegado hasta los puertos de montaña, donde los UAS ya no se ven tan solo en el ámbito recreativo o audiovisual.

En este caso, los pilotos profesionales que se quieran dedicar a realizar trabajos en estos entornos, además de disponer del es necesario aportar un perfil profesional con formación en topografía y fotogrametría o inspecciones técnicas con drones. En Aerocamaras disponemos de ambos para que puedas destacar cursando una de ellas o incluso combinando ambas modalidades.

¿Te interesa formarte y trabajar con drones? Infórmate en el 900 43 10 31 o escribe un correo electrónico a info@aerocamaras.es

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