Los drones en vigilancia pueden resolver problemas importantes para la privacidad y las libertades civiles. Las aeronaves no tripuladas son capaces de llevar a cabo una vigilancia muy avanzada. Los UAV usados por autoridades policiales de algunos países pueden transportar varios tipos de equipos. ¿Cómo cuáles? Cámaras de vídeo HD para la transmisión en vivo de imágenes, cámaras infrarrojas, sensores de calor y, entre otros, radares.

Los drones en vigilancia también tienen la posibilidad de incorporar WIFI y falsas torres de teléfonos móviles que pueden determinar ubicaciones e interceptar mensajes de texto o llamadas telefónicas. Los fabricantes de aviones no tripulados incluso admiten que podrían adaptarse para portar armas «menos letales», como tasers o balas de goma.

Pero, ¿es factible usar drones para la vigilancia en España? Con el Real Decreto 1036/2017 el sector de las aeronaves no tripuladas ha experimentado un crecimiento sustancial, especialmente en este apartado. Por ejemplo, hoy en día podemos ver drones grabando y capturando imágenes exactas de puertos con el fin de evitar accidentes laborales y robos.

¿Por qué usar drones para tareas de vigilancia?

En la atmósfera corporativa actual, la tecnología de aviones no tripulados se considera una vía casi ilimitada para la expansión y la oportunidad. La recopilación de datos, las imágenes aéreas y la entrega de paquetes pequeños son las que más se mencionan para usos civiles, pero la vigilancia con aeronaves no tripuladas es cada vez más importante para fines de seguridad y cumplimiento de la ley. Las cámaras de seguridad estacionarias se evitan fácilmente y rara vez tienen una posición ventajosa para ayudar adecuadamente con el reconocimiento facial. Del mismo modo, contratar personal de seguridad suficiente para vigilar una instalación completa tiene un coste muy elevado.

Los recientes avances, tanto en la tecnología de drones como en los sistemas inalámbricos de transferencia de datos, han creado un entorno donde los vehículos aéreos no tripulados pueden aumentar significativamente la seguridad. Por ejemplo, una flota de drones de vigilancia puede proporcionar imágenes de alta resolución desde múltiples ángulos. Cuando se integra con un sistema de procesamiento central, se puede usar para proporcionar una imagen facial mucho más completa de la que sería posible conseguir mediante el uso de cámaras fijas. Esto permite una rápida identificación en el caso de fugitivos o personas desaparecidas, y una mayor triangulación de las ubicaciones de los drones puede detectar rápidamente a la persona de interés.

Hasta las agencias gubernamentales los han usado

Las agencias gubernamentales de los Estados Unidos también han usado vuelos de aviones no tripulados de gran altitud para fines de vigilancia, que se remontan a muchos años atrás. Han tenido un gran éxito en escenarios militares, pero también en acciones contra el narcotráfico dentro de los Estados Unidos. La vigilancia con drones realizada de esta manera es más silenciosa, menos peligrosa para el personal y, a menudo, menos intrusiva que los aviones tripulados. Permite que agencias como la Guardia Costera de los EE. UU. o la Patrulla Fronteriza sigan la ruta completa de los envíos sospechosos que entran y salen del país.

A medida que aumenta el tiempo de vuelo y la velocidad de la red, la utilización de los drones para la seguridad y la vigilancia seguramente se convertirá en algo habitual. La legislación actual impide que los pilotos comerciales operen sus drones sobre personas o fuera del alcance visual, pero, con las exenciones adecuadas, existe un mercado en expansión para las empresas de seguridad privada que operan con tecnología de drones comerciales de vanguardia para proteger las instalaciones y ubicaciones privadas.

Beneficios de los UAV en el sector de la seguridad

Como mencionamos anteriormente, las aeronaves no tripuladas pueden ser utilizadas para cualquier tipo de vigilancia. La versatilidad de estos dispositivos tecnológicos posibilita incorporarles diferentes equipos de monitoreo como cámaras térmicas adicionales, que permiten captar aquello que el ojo humano no puede ver. En ese sentido, los drones se han convertido en un complemento indispensable dentro del sector de la seguridad y la vigilancia.

Y por si eso fuera poco, los RPAs captan imágenes en tiempo real, ofrecen apoyo en situaciones de emergencia y, lo más importante, llegan a zonas de difícil acceso, que dejan fuera de riesgo a las personas. En pocas palabras, los drones en vigilancia te ahorran tiempo, dinero y disminuye considerablemente los riesgos.

Principales usos de los drones en vigilancia

A continuación, se muestran trabajos que un dron podría realizar en materia de vigilancia:

1. Control de grandes eventos, festivales, conciertos y deportes.
2. Supervisión de tráfico.
3. Vigilancia de instalaciones deportivas.
4. Fotografía para preservar evidencia.
5. Vigilancia de actividades ilegales.
6. Contrarrestar las operaciones ilegales de drogas.
7. Procesamientos penales en ciudades.
8. Monitoreo de inundaciones.
9. Operaciones antiterroristas.
10. Monitoreo de infraestructura crítica.
11. Vigilancia de manifestaciones hostiles.
12. Despliegue contra la trata de personas: seguimiento y vigilancia.
13. Vigilancia del tráfico marítimo.
14. Seguimiento de tsunami.
15. Vigilancia fronteriza.
16. Operaciones antipiratería.
17. Vigilancia de inmigrantes ilegales.
18. Vigilancia perimetral.
19. Actividades relacionadas con la policía.
20. Buscar personas desaparecidas.

Aerocamaras en el sector de la seguridad y la vigilancia

Nuestra empresa, con amplia experiencia en la certificación, desarrollo y manejo de drones en vigilancia, ha dado un paso al frente en este apartado con su partición en varias pruebas del Campeonato de España de Rally. Allí, Aerocamaras apoyó con pilotos profesionales de drones y operadores de cámara para la captación de imágenes en tiempo real que fueron utilizadas en la retransmisión televisiva. Además, utilizó el AeroHyb, el dron (no militar) de mayor autonomía de vuelo en el mundo. Este dron puede volar 7 horas ininterrumpidas sin carga y 2 horas con carga de hasta 5 kilos. De esta manera se logró comprobar desde el aire que las carreteras estaban libres de obstáculos y que los espectadores se ubicaban en los espacios habilitados. Todo ello para que la competición pudiera transcurrir de forma segura y sin percances.